Placenta percreta asociada a coagulación intravascular diseminada en un Hospital de III nivel - 2017
Abstract
El hallazgo de una placenta percreta, se debe a que, esta, presenta ausencia de la capa de Nitabuch, que debería encontrarse entre la decidua basal y el corion frondoso, lo que da lugar a una invasión de las vellosidades coriales hacia las paredes uterinas. Esta modalidad es considerada, una de las más severas, debido a que el trofoblasto invade el endometrio, el miometrio y el perimetrio. Su incidencia varía según diversos autores, quienes reportan desde una placenta percreta por cada 7000 partos, hasta un caso por cada 140,000 embarazos. A pesar de su baja incidencia, es importante debido a las complicaciones, que van desde una hemorragia masiva, a partir de la segunda mitad del embarazo y el tercer periodo del parto, y que puede conllevar a la muerte después de un shock hipovolémico y/o coagulación intravascular diseminada. Su manejo es quirúrgico para extirpar el trofoblasto invasor y médico para controlar la hemorragia y/o coagulación intravascular diseminada. Objetivo: Presentar el caso clínico de una paciente con diagnóstico de placenta percreta de un hospital de referencia, nivel III, y su presentación se hace relevante debido a que muestra la entidad nosológica en toda su magnitud y severidad. Material y Métodos: Se describe un caso clínico de una gestante que ingresa al servicio de emergencia presentando sangrado vaginal, sometida a una cesárea y posterior a dicha intervención continúa el sangrado por lo que es reintervenida quirúrgicamente en cuatro oportunidades, al no poder controlarse el sangrado la paciente presenta un cuadro de coagulación intravascular diseminada cuyo manejo será discutido ampliamente en esta presentación. Conclusiones: La placenta percreta es una complicación obstétrica altamente letal y su diagnóstico y manejo oportuno puede evitar llegar a situaciones dramáticas, poniendo en grave peligro la vida de la paciente hasta causarle la muerte.